sábado, noviembre 21, 2009

sensaciones extrañas

No se, como que en los últimos meses me e estado quedando sin objetivos, es como si un caballero de brillante armadura fuera botando piezas mientras avanza. A veces incluso pienso en el suicidio como una opción, solo para probar que se siente, pero hay un pequeño error en eso, se supone que recuerde o sienta tal sensación. Como se supone que se siente morir, es una sensación tan sublime como la de quedarse dormido y nada mas, o es algún tipo de sufrimiento agónico. Me e ahogado hasta perder el conocimiento y me han anestesiado, eso se parece mas a quedarse dormido. También e donado sangre, y cuando hablan de donar vida, bueno, realmente se siente como eso, es como si drenaran tu energía, es aquel instante en que ves que es importante para ti tener eso en tu cuerpo y no en una bolsa a tan solo centímetros de ti, ves como se desvanecen las luces del techo como a poco se van callando las voces y finalmente de pie todo se empieza a derretir como en las noches de juerga mas agrias, lo mas extraño es la preocupación de las personas a tu alrededor, te toman, te acogen, te dicen cosas que no escuchas y caes rendido con las piernas al aire, esto parece mas a un sufrimiento agónico. Y el suicidio, creo haber tenido algo parecido en la cima de una montaña, descansando un rato en instantes todo es cubierto por una extraña neblina y la luz se vuelve tan blanca como la nieve, no se distingue nada, ni relieves, ni distancias, era como estar en una habitación en blanco sin limites, hubiera sido sano seguir esperando, pero como soplaba el viento se tenia que volver, y a pesar de estar inmerso en tan extraño lugar, sabia que adelante mío estaba la bajada, una pista difícil con manchones de hielo que la hacían particularmente peligrosa y conociendo el riesgo de tropezar y rodar cerro abajo y quedar inconsciente en aquella fría y blanca tumba, solo tomas aire y aprietas tus músculos inclinando hacia adelante tu cuerpo, yendo a la vida o a la muerte.
creo que ahora si entro en causal de eliminación y es como si botara el yelmo, mi ultima pieza de mi pesada armadura. No sabría que hacer, no tendría nada por lo que luchar, vagando solo en aquella habitación blanca sin nada que cargar.
yo creo que ahora empieza una extraña época, conflicto de intereses y perdida de cordura serán claves, ahora es cuando mas me lamento de no haber echo amigos virtuales.

miércoles, noviembre 11, 2009

dos hombres discutiendo

caer en el vicio de que solo importa el fin y no los medios por los cuales se han llegado a ese fin es uno de los grandes defectos de las personas que proclaman ser "buenas" (valorables) o mejores que otras.
en el anterior post ya comente indirectamente esto, y aquellos que os a hecho pensar son unos babosos, ya meditar esas falaseas solo deja en claro que eres un borrego mas del rebaño de dios, creerlas te hace un rebelde sin causa, pero sin embargo son utiles para cuando un religioso no sabe de respeto o de saber debatir.

aqui les presento otro texto.
[dos hombres discuten si es correcto comer animales]
(...)Si enumeráramos las opciones morales respecto a este peliagudo asunto, le dije, en un orden de prelación inverso (postlación, se debería llamar), la posición número uno correspondería a los que se sientan en esta mesa: excluyéndote a ti y a mí. La número dos, ser vegetariano, te correspondería a ti. Excelente, eres mejor que los que se sientan en esta mesa. ¿O no? Ahora lo averiguaremos. La posición número tres correspondería a evitar la carne pero también los vegetales, porque los vegetales también son seres vivos y son susceptibles de padecer sufrimientos. En esta posición moral debes alimentarte exclusivamente de vitaminas sintetizadas, minerales y aminoácidos; con pastillas nutritivas como las de los astronautas. En la posición número cuatro, uno amplía la definición de vida, ya de por sí vaga, y tampoco es capaz de alimentarse de vitaminas, minerales y aminoácidos, habida cuenta de su organización y cierta estructura. Nos apena ingerir algo que parece ser tan complejo y bello, con tanto derecho a subsistir como el perrito Lassie.
El que se halla en la posición número cinco, famélico y desesperado, investiga hasta lograr una comunicación bilateral con la cosa que pretende comerse, con objeto de que le ceda un trozo de su cuerpo. Por ejemplo (y admitiendo que este animal semeja mucho más a un ser humano que la vitamina C), con el cerdo. Una vez llegado a un acuerdo con el animal, tan sólo se requeriría la modificación de su cuerpo para evitar su muerte. Por ejemplo, que gozara de la posibilidad de practicarse voluntariamente una autotomía similar a la de una lagartija cuando se desprende de su cola, el ciempiés de sus patas o algunos cangrejos de sus pinzas. No obstante, el cerdo, como de él se aprovecha todo, es uno de los animales más perjudicados. De esta manera, dicho animal debería organizarse por castas: la casta de los morritos, la casta de las colitas, la casta de los pies, etcétera, que sólo cederían una determinada parte de su cuerpo (para más señas la que se indica en el nombre de la casta a la que pertenece). Presumo que existiría también la casta de los mártires, cuyos integrantes se desharían de todo su cuerpo excepto del cerebro y de las partes íntimamente ligadas a procurar su supervivencia. Es de perogrullo añadir que todos los animales incluidos en esta dinámica deberían disfrutar también de la capacidad para regenerar sus órganos y demás secciones donadas, o los jamones o los muslos de pollo se agotarían en poco tiempo (o constituirían, unos en mayor medida que otros, placeres propios de un esnobista, como el caviar o el vino de cosecha).
Los que avancen a la posición número seis descubrirán con arrepentimiento que un cerdo, por ejemplo, y siento que este pobre (y guarro) animal sea casi en exclusiva el objeto de mi disquisición (lo siento por él, no por ti, tía), es sólo una amalgama de partes orgánicas. El cerebro no tiene más derecho que el hígado, y nosotros sólo hemos interrogado al cerebro del cerdo si nos puede ceder su hígado, pero nadie la ha preguntado al hígado si desea ser consumido. Se investiga, pues, como conversar, por ejemplo, con el hígado del cerdo y con su colita helicoidal.
Uno termina irremisiblemente en el puesto número siete cuando se percata de que jamás podremos alimentarnos de, por ejemplo, un hígado con los derechos fundamentales vulnerados. De este modo el término alimentarnos, comerte o consumirte se relegan a términos en desuso. El término correcto sería transformarte. Cuando comemos algo no lo matamos, sólo lo transformamos en otra cosa. No pienses, tía, en lo más fácil, esto es, en heces. Piensa en otros compuestos. Piensa en calor o en la energía vital que tanto cacareas. Piensa, si eres capaz, le dije con descaro. Entonces, antes de comernos el pie de un cerdo (pobrecillo), le preguntaremos (al pie, no al cerdo), oye, ¿quieres transformarte para que yo pueda perdurar sin transformarme?(...)

si hay algo que me da peor espina que un fanatico religioso es alguien que se llama vegetariano, los veganos y todas las mierdas de variaciones posibles al asunto.
que los motiva pensar en el reino planta como un puñado de seres insencibles cual unico proposito es alimentarlos, no los lleba esto al pensamiento de los carnivoros acaso. la naturaleza tiene un orden que hay que respetar, un equilibrio que el hombre a destruido, si quereis hacer algo por el planeta suisidence, pero no me vengan con la mierda de que no deberia comer carne. y no es que sea un carnivoro, es mas, como mas vegetales y frutas que productos animales, solo que no soporto que alguien tan inconsecuente me este dando una charla de respeto...